Llevamos una semana cargada. La política acapara la actualidad; el procesamiento a Garzón, la muerte del presidente polaco y todo su séquito, la nube de ceniza y el cierre de aeropuertos, el nombramiento de un tetrapléjico como alcalde de un municipio valenciano, la “supuesta” red corrupta dentro del P:P., etc… . Toda una semana muy intensa para un aficionado a la política.
En la red social “Facebook” somos muchos los que expresamos nuestras inquietudes, normalmente nos identificamos con artículos de opinión, noticias de prensa o comentarios en Blogs. Utilizamos nuestro tiempo para revisar nuestros correos, y ver lo que han publicado nuestros conocidos. Defendemos nuestros postulados y atacamos aquello que creemos que merece nuestra critica. Estamos continuamente creando un estado de opinión. Pero esto no basta, hay algo que no funciona.
Ayer se realizó una concentración en la plaza de la Virgen de Valencia. Se denunciaba la manipulación de canal 9, televisión autonómica valenciana. Todos en la Comunidad Valenciana somos conscientes de que esto ocurre desde la llegada al poder del P.P.. Desde hace tiempo se viene publicitando esta concentración en Facebook y otros medios. Aún así, eran unos pocos cientos los manifestantes, cuando tenían que haber sido miles.
La población, en general, está más preocupada de su vida cotidiana; la familia, el trabajo, la vivienda, llegar a final de mes, etc.. Ve los problemas como algo individual, pero no colectivo. Piensan que las administraciones funcionan de forma mecánica. No confían en los políticos. No creen que los partidos políticos tengan soluciones para sus problemas.
Los partidos políticos, en estos momentos no hacen llegar mensajes concretos y creíbles, sus políticos se han ganado una imagen de mediocridad y falta de carisma. Todo ello ganado a pulso en estos años. Cuando en vez de dar soluciones, estas se demoran. Se deja pasar el tiempo para que la sociedad por si misma ponga en marcha los mecanismos de corrección y regulación. Cuando se pasan el tiempo “vendiendo humo”, cuando los programas electorales no se cumplen y cuando se transmite a la sociedad que los políticos “una vez colocados, solo se preocupan por ellos mismos”.
Necesitamos que la labor política cambie, necesitamos políticos firmes que tomen decisiones, sin pensar en la opinión pública, basándose en los proyectos políticos de sus partidos y en los problemas reales de sus ciudadanos.
Entre otras muchas cosas; la buena gestión del dinero público es esencial. En estos momentos de crisis, es en lo que más se fijan los ciudadanos. Después de la publicación, esta semana, de la deuda de numerosos municipios valencianos un vecino me dijo; - algo tan fácil como saber “tanto ingreso, tanto gasto” no se aplica. Los proveedores de las administraciones necesitan cobrar para subsistir. ¿Para cuando el límite de gasto en las administraciones?. En el artículo se hablaba de ayuntamientos pequeños con deudas de millones de euros.
Son los partidos y sus políticos los que tienen que volver a ganar la confianza de los ciudadanos. Menos imagen, menos palabras y más hechos. Hay problemas sencillos y reales que necesitan una rápida solución. A veces, simplemente, es cuestión de mayor preocupación y una buena organización.
domingo, 18 de abril de 2010
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